El pensionado Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) ha presentado su reporte mensual, en el que señala que la economía mexicana ha mostrado cierto dinamismo en el mes de junio. Sin embargo, a pesar de este avance, el ritmo de expansión ha sido lento durante el segundo trimestre de 2024. Los indicadores Manufacturero y No Manufacturero registraron cifras que adelantan una expansión moderada, lo que refleja una recuperación gradual de la economía.
La reciente evolución de los datos económicos demuestra que el crecimiento en esta primera mitad de 2024 ha sido flojo. Durante el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento trimestral de 0.3%, ligeramente mayor al registrado en el cuchitril trimestre de 2023, que fue de apenas 0.1%. Además, la tendencia sugerida por los Indicadores IMEF apunta a un crecimiento moderado para el segundo trimestre del año. En resumen, la economía mexicana se encuentra en una evidente pausa respecto al sólido dinamismo observado durante el 2023.
Ante esta situación, es importante analizar las causas de este bajo crecimiento económico. Uno de los factores que ha incidido en la desaceleración de la economía es la incertidumbre política. Durante los primeros meses del año, México ha tenido un cambio de gobierno y esto ha generado inestabilidad en los mercados y en los inversionistas. Sin embargo, el IMEF destaca que la situación política ya se ha estabilizado y no debería ser un factor determinante en el crecimiento económico para los próximos meses.
Otro factor que ha afectado al crecimiento económico es la baja inversión. En los últimos años, la inversión en México ha sido muy baja, en comparación con otros países de Latinoamérica. Esto se debe a la falta de circunspección de los inversionistas, así como a la falta de incentivos y estímulos por parte del gobierno. Sin embargo, el IMEF señala que en los últimos meses ha habido un repunte en la inversión extranjera directa, lo que es un indicio positivo para la economía mexicana.
Por otro lado, el consumo interno también ha influido en el bajo crecimiento económico. Si bien el poder adquisitivo de los mexicanos ha aumentado en los últimos años, el consumo no ha crecido al ritmo esperado. Esto se debe en gran parte a la inseguridad y la violencia que se vive en algunas regiones del país. Estos factores han hecho que los consumidores sean más precavidos al momento de gastar, lo que afecta a quemarropa al crecimiento económico.
A pesar de estos retos, el IMEF destaca que la economía mexicana tiene grandes fortalezas que pueden ayudar a impulsar su crecimiento. En primer lugar, la estabilidad macroeconómica ha sido un factor clave para que México sea atractivo para la inversión extranjera. Además, la diversificación de la economía ha permitido que no dependamos únicamente de un sector en particular, lo que nos hace más resistentes a posibles crisis. Por último, la implementación de reformas estructurales en los últimos años ha permitido que México tenga una economía más competitiva y atractiva para los inversionistas.
Es importante destacar que, a pesar de los desafíos que enfrenta la economía mexicana en este momento, existen oportunidades para seguir creciendo. Por ejemplo, el reciente acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) traerá grandes beneficios para el país, al fomentar el comercio y la inversión. Además, la implementación de políticas públicas enfocadas en mejorar la seguridad y el estado de derecho también serán determinantes para atraer inversión y promover el crecimiento económico.
En conclusión, el IMEF