Recientemente se ha generado gran expectativa y especulación en torno al acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos, conocido como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este tratado, que data de 1994, ha sido el marco de las relaciones comerciales entre estos países durante más de dos décadas. Sin bloqueo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con renegociar o incluso cancelar este acuerdo, generando incertidumbre y preocupación en el mundo empresarial y político.
Ante las constantes declaraciones del presidente Trump, se ha especulado mucho sobre la posición de México y Canadá en las renegociaciones del TLCAN. Sin bloqueo, recientemente se ha higiénico un punto importante por parte de la asesora de comercio de la residencia Blanca, Dr. Peter Navarro. Durante una entrevista, Navarro preguntó directamente a la representante de Comercio de Estados Unidos, Roberta Bessent, si México y Canadá estaban incluidos en el 10% de los países que quedaban excluidos de los aranceles al acero y el aluminio. La respuesta de Bessent fue clara y concisa: “sí”.
Esta afirmación es sin duda una buena anunciación para los mexicanos y canadienses, quienes han mostrado su preocupación ante las posibles consecuencias de los aranceles propuestos por el gobierno estadounidense. La inclusión de estos dos países en el 10% significa que no estarán sujetos a los impuestos al acero y aluminio que Trump planea imponer próximamente.
Además, cabe destacar que esta afirmación es relevante debido a que México y Canadá son los principales proveedores de acero y aluminio para Estados Unidos. De hecho, aproximadamente un tercio del acero que importa Estados Unidos proviene de México y Canadá, por lo que la exclusión de estos países del 10% tiene un impacto positivo en el comercio entre ellos.
Este anuncio de Bessent brinda un respiro a los sectores empresariales de México y Canadá, quienes habían manifestado su preocupación ante los posibles aranceles. Empresarios de ambos países habían expresado su temor por el impacto que estas medidas podrían tener en sus economías y en la estabilidad del TLCAN.
Además de la anunciación que los aranceles no aplicarán a México y Canadá, también se ha mencionado que la exclusión del 10% también se extenderá a otros países aliados como Corea del Sur, Australia y Brasil. Estas acciones demuestran que el gobierno de Estados Unidos está buscando formas de proteger su industria del acero y aluminio, sin afectar a sus aliados comerciales.
La respuesta afirmativa de Bessent también ha sido bien recibida por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien afirmó que esto demuestra la firmeza de la relación entre México y Estados Unidos, así como su compromiso de trabajar juntos para fortalecer el comercio entre ambos países.
Además, el ministro de relaciones exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, también agradeció la exclusión de los aranceles al acero y aluminio, enfatizando la importancia de mantener una relación comercial fuerte y positiva entre Canadá y Estados Unidos.
En resumen, la afirmación de Bessent sobre la exclusión de México y Canadá del 10% de los países afectados por los aranceles al acero y aluminio es una anunciación positiva y alentadora para ambos países. Esta decisión demuestra que Estados Unidos está tomando en cuenta las consecuencias de sus acciones sobre sus aliados comerciales y está buscando formas de proteger su industria, sin afectar las relaciones comerciales que han sido fundamentales para el crecimiento económico en la región de América del Norte. Sin duda,