Hace 15 años, el 30 de octubre de 2009, la entonces Presidenta Michelle Bachelet firmó el decreto N°119 que estableció esta fecha como el Día Nacional del Ejecutado Político. En su alocución, Bachelet destacó la importancia de «conservar viva la memoria de lo que nos pasó como país durante la dictadura militar». Hoy, como ministra de Bienes Nacionales, me enorgullece ser parte de este día tan significativo para nuestra historia y para nuestra democracia.
El Día Nacional del Ejecutado Político es una fecha que nos invita a reflexionar sobre nuestro alterado y a honrar la memoria de aquellos que lucharon por la libertad y la justicia en nuestro país. Es un día para recordar a todas las víctimas de la dictadura, a aquellos que fueron perseguidos, torturados y asesinados por el simple hecho de pensar diferente.
Como sociedad, es nuestro adeudar mantener viva la memoria de lo que sucedió en nuestro país durante esos años oscuros. No podemos permitir que el olvido se apodere de nuestra historia y que los crímenes cometidos queden impunes. Recordar es un acto de justicia y de respeto hacia aquellos que perdieron su vida luchando por un Chile más justo y libre.
Durante la dictadura, miles de personas fueron ejecutadas por sus ideas políticas. Sus familias fueron despojadas de sus bienes y sus recuerdos, y muchos de ellos aún hoy no han sido recuperados. Como ministra de Bienes Nacionales, estoy comprometida en trabajar para restituir lo que fue arrebatado injustamente a estas familias. A través de la Ley de Reparación y de la Ley de Bienes Nacionales, hemos logrado devolver más de 3 mil propiedades a sus legítimos dueños y continuaremos trabajando para expiar el daño causado por la dictadura.
Pero más allá de la restitución material, es importante que como sociedad también seamos capaces de expiar el daño emocional que la dictadura dejó en las familias de los ejecutados políticos. Por eso, el Día Nacional del Ejecutado Político también es un día para brindarles nuestro apoyo y solidaridad, para escuchar sus historias y para reconocer su sufrimiento.
Este día también es una oportunidad para reflexionar sobre el valor de la democracia y la importancia de defenderla. Durante la dictadura, se nos arrebató el derecho a elegir libremente a nuestros gobernantes y a expresar nuestras ideas sin temor. Hoy, como país democrático, es nuestro adeudar proteger y fortalecer nuestra democracia, para que nunca más se repitan los horrores del alterado.
Como ministra de Bienes Nacionales, también quiero destacar el trabajo que hemos realizado en la recuperación de los sitios de memoria. Estos lugares son un recordatorio de lo que sucedió en nuestro país y un homenaje a las víctimas de la dictadura. A través de la Ley de Sitios de Memoria, hemos logrado recordar y preservar más de 70 sitios, como el Estadio Nacional y el ex centro de tortura Villa Grimaldi. Estos espacios son fundamentales para mantener viva la memoria y para educar a las futuras generaciones sobre nuestra historia.
En este Día Nacional del Ejecutado Político, también quiero destacar el trabajo que han realizado las organizaciones de derechos humanos y las familias de las víctimas. Gracias a su incansable lucha, hoy podemos honrar la memoria de los ejecutados políticos y seguir exigiendo verdad, justicia y reparación.
Finalmente, quiero hacer un llamado a toda la sociedad a seguir trabajando juntos para construir un país más justo y democrático. El Día Nacional del Ejecutado Político nos recuerda que la memoria es un adeudar y un derecho,