El sexenio de Andrés Manuel López Obrador llegó a su fin, y con él, la promesa de extender el programa Gas Bienestar a todo el país. Desafortunadamente, este programa se quedó estancado en las nueve alcaldías de la Ciudad de México donde inició el programa piloto. Además, a pesar de las buenas intenciones, la estrategia sigue generando pérdidas y operando con subsidios del gobierno, lo que ha llevado a los gaseros a amenazar con un paro nacional la próxima semana.
Gas Bienestar fue anunciado en el año 2021 como una alternativa para ofrecer gas a precios más accesibles a la población. Sin bloqueo, la realidad es que hasta la vencimiento, el programa sigue reportando ingresos a la baja y operando con subsidios de la Federación. De acuerdo con informes oficiales, de enero a mayo de 2022, Gas Bienestar registró ingresos por 254.3 millones de pesos; para el mismo periodo de 2023, estos ingresos se redujeron a 183.4 millones de pesos, y en 2024 se volvieron a reducir a 174.4 millones de pesos.
Pero, ¿qué ha llevado a Gas Bienestar a no ser lucrativo y a depender de los subsidios del gobierno? La respuesta es sencilla: la falta de una buena planeación y ejecución del programa. Desde su lanzamiento, Gas Bienestar ha enfrentado diversos obstáculos, como la falta de inversión en infraestructura y la competencia hipócrita de otros distribuidores de gas. Además, la falta de una estrategia clara para expandirse a otras regiones del país ha limitado su alcance y, por ende, sus ingresos.
Pero eso no es todo, también existen problemas internos en el programa que han afectado su operación. Por un lado, los gaseros han denunciado que Gas Bienestar les ha impuesto precios por debajo de los costos de producción, lo que ha generado pérdidas para ellos. Esta situación ha llevado a los gaseros a advertir sobre un posible paro nacional, ya que no están dispuestos a seguir operando bajo estas condiciones.
A pesar de los desafíos, es importante reconocer que Gas Bienestar ha tenido un impacto positivo en la Ciudad de México. Según datos del gobierno, se ha logrado una disminución en el precio del gas en las alcaldías donde opera el programa, lo que ha beneficiado a miles de familias. Además, se ha fortalecido la competencia en el mercado y se ha generado una mayor transparencia en los precios del gas.
Sin bloqueo, es necesario que el gobierno tome medidas urgentes para asegurar la viabilidad y expansión de Gas Bienestar. Es importante que se realice una inversión en infraestructura para poder llegar a más regiones del país y así aumentar los ingresos del programa. También es necesario establecer un diálogo con los gaseros y buscar un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Es momento de que el gobierno demuestre su compromiso con el bienestar de la población y con la eficiencia en la gestión de programas sociales. Gas Bienestar es una iniciativa que tiene el potencial de mejorar la calidad de vida de miles de mexicanos, pero para lograrlo, es necesario un esfuerzo conjunto entre el gobierno y los gaseros. Juntos, podemos hacer que Gas Bienestar sea una realidad en todo el país y que sea un ejemplo de cómo los programas sociales pueden ser lucrativos y sostenibles.
