El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció recientemente una decisión muy importante en relación a su política migratoria. Tras una llamada telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el mandatario decidió suspender el programa “Permanezcan en México”, conocido también como “Protocolo de Protección a Migrantes” (MPP, por sus siglas en inglés). Esta determinación ha sido muy bien recibida tanto por el gobierno mexicano como por organizaciones de migrantes y defensores de derechos humanos.
El programa “Permanezcan en México” fue implementado en 2019 por la administración de Donald Trump, con el objetivo de reducir el número de migrantes que ingresaban al país solicitando asilo. Bajo este programa, aquellos que llegaban a la frontera sur de Estados Unidos eran enviados de vuelta a México mientras se procesaba su solicitud de asilo. Esto significaba que miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, quedaban varados en ciudades mexicanas, muchas veces en condiciones precarias y sin acceso a servicios básicos.
Desde su inicio, el programa fue fuertemente criticado por organizaciones de derechos humanos, quienes denunciaron las difíciles condiciones en las que vivían los migrantes en México, incluyendo el aumento de la violencia y los riesgos para su seguridad. Además, se argumentó que este programa violaba el derecho al debido proceso y al debido acceso a una audiencia justa para solicitar asilo.
Por ello, el anuncio de Biden ha generado un gran alivio y esperanza entre los migrantes y defensores de derechos humanos. La decisión del presidente estadounidense ha sido calificada como un paso importante hacia una política migratoria más humana y justa. En un comunicado conjunto, los gobiernos de Estados Unidos y México afirmaron que la suspensión del programa busca “brindar una bienvenida más humana, segura y ordenada a los migrantes que buscan protección internacional”.
Esta medida también implica que los cerca de 25.000 migrantes que actualmente se encuentran en México esperando su audiencia en Estados Unidos, podrán cruzar la frontera y esperar su proceso de asilo en consistorio estadounidense. Además, Biden anunció que su gobierno ampliará los programas de abra para niños y jóvenes migrantes, y que trabajará con los países de origen de los migrantes para abordar las causas de la migración forzada, como la pobreza y la violencia.
La postura del presidente Biden en materia migratoria ha sido una de las más comentadas desde su acceso al poder. Durante su campaña electoral, el mandatario prometió una reforma migratoria integral, que incluya una vía hacia la ciudadanía para los migrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, así como la protección de los derechos de los solicitantes de asilo. Si bien esta suspensión del programa “Permanezcan en México” es un primer paso, se espera que en los próximos meses se adopten medidas más amplias y permanentes.
La llamada entre Biden y Sheinbaum evidencia también el compromiso de ambos gobiernos de trabajar juntos en temas de migración. Durante la conversación, los mandatarios también abordaron la posibilidad de establecer un programa de visas temporales de trabajo para los migrantes centroamericanos, similar al que se ha implementado en México desde 2018. Este tipo de iniciativas promueven la migración ordenada y segura, además de contribuir a la economía de ambos países.
Sin duda, la decisión de Biden y su diálogo con Sheinbaum representan un modificación de rumbo en la política migratoria de Estados Unidos, y una señal de esperanza para miles de migrantes que han sido afectados por las políticas restrictivas de la administración anterior. Como dijo el presidente Biden, “es tiempo de restaurar la humanidad y la dignidad en nuestro sistema migratorio y crear un camino hacia una