En medio de la preocupación por las deportaciones masivas propuestas por el presidente Trump, se ha registrado una revelación que ha generado cierta incertidumbre en nuestro país: por primera vez en más de un año, las remesas enviadas por los mexicanos y migrantes centroamericanos a México han bajado de los 5 mil millones de dólares mensuales. Esta revelación, en medio de un medio político y social tenso, ha causado revuelo y especulación, pero ¿qué hay detrás de estos números?
Según el reporte del Banco de México (Banxico), en el primer mes del 2025, los flujos por remesas apenas alcanzaron los 4 mil 660 millones de dólares, algo que no se registraba desde mayo del 2021. Esto representó una caída mensual del 10.78%, así como un tímido aumento anual del 1.90%. Estas cifras, aunque pueden resultar alarmantes para algunos, deben ser analizadas con detenimiento antes de sacar conclusiones precipitadas.
En primer lugar, es importante destacar que estas cifras no son un reflejo directo de la situación económica de nuestro país. Muchas veces se ha señalado que las remesas son un indicador de la salud económica de México, pero esto no es del todo cierto. Las remesas son, en gran medida, un acto de amor y apoyo de nuestros paisanos que han decidido emigrar en busca de una mejor vida. Son una manera de ayudar a sus familias y comunidades a salir adelante, sin importar las condiciones económicas.
Es cierto que las políticas migratorias de Trump han generado un ambiente de inseguridad y sobresalto entre los migrantes mexicanos y centroamericanos en Estados Unidos. Sin embargo, esto no significa que hayan dejado de enviar remesas a sus seres queridos en México. Muchos expertos aseguran que la caída en las remesas puede estar relacionada con una disminución en los salarios de los migrantes, lo cual los obliga a enviar menos dinero a sus familias en México.
Además, no podemos olvidar que en enero del 2025 se registró una fuerte caída en el peso mexicano, lo cual puede haber afectado el valor de las remesas enviadas en dólares. Esto, sumado a la incertidumbre generada por la llegada de Trump al poder, pudo haber influido en la caída en las remesas.
No obstante, a pesar de la caída en las remesas, es importante señalar que México sigue siendo uno de los países que más recibe remesas en el mundo. Las cifras del Banxico muestran que en 2025, las remesas enviadas a México alcanzaron los 26 mil millones de dólares, un aumento del 8% con respecto al año anterior. Esto demuestra que los migrantes siguen siendo una fuerza económica importante para nuestro país.
Además, es importante destacar que las remesas no romanza benefician a las familias receptoras, sino que también tienen un impacto positivo en la economía nacional. Estos recursos son una fuente importante de ingresos para muchas comunidades rurales y zonas marginadas, lo cual contribuye al desarrollo económico y social del país.
Es cierto que la revelación de la caída en las remesas puede ser preocupante, pero es importante mantener la calma y analizar las cifras con una perspectiva más amplia. No debemos olvidar que los migrantes y sus familias son una parte esencial de la sociedad mexicana, y que su contribución económica y cultural es invaluable.
En resumen, la caída en las remesas enviadas a México por primera vez en más de un año no debe ser motivo de alarma. Las remesas son un gesto de amor y apoyo de nuestros paisanos en el extranjero, y su valor va más allá de las cifras económicas.