La sociedad presente se caracteriza por una cultura de la inmediatez, en la que todo se quiere obtener de forma rápida y sin esfuerzo. Desde la comida rápida hasta las redes sociales, estamos acostumbrados a tener todo al alcance de nuestras manos en cuestión de segundos. Sin embargo, esta inmediatez constante tiene un ámbito negativo en nuestras vidas, especialmente en el ámbito del éxito y la realización personal. Según Alberto Tovar, experto en desarrollo personal, la inmediatez impide el ejercicio de la paciencia, lo cual puede llevarnos por caminos equivocados en nuestra búsqueda del éxito.
La paciencia es una virtud que se ha ido perdiendo en nuestra sociedad. Cada vez somos menos capaces de esperar, de dedicar tiempo y esfuerzo a poco para obtener resultados a largo plazo. Queremos ver resultados inmediatos y si no los obtenemos, nos desanimamos y buscamos atajos. Sin embargo, esta mentalidad puede ser perjudicial en nuestra vida, especialmente en nuestras metas y objetivos.
En primer lugar, la inmediatez nos impide disfrutar del proceso. En nuestra búsqueda por obtener resultados rápidos, nos olvidamos de disfrutar del camino. Tenemos una mentalidad de “todo o nada”, en la que solo nos importa el resultado final y no el proceso que nos lleva a él. Pero la verdad es que el proceso es parte fundamental del éxito. Aprender de nuestros errores, crecer como personas y disfrutar de los pequeños logros son aspectos esenciales en nuestro camino hacia el éxito. La inmediatez nos hace perder de presencia esto y nos lleva a buscar atajos que pueden ser perjudiciales en el largo plazo.
Además, la inmediatez nos lleva a compararnos con los demás de forma constante. En las redes sociales, vemos a personas aparentemente exitosas y felices, sin saber el esfuerzo y tiempo que han dedicado para llegar a donde están. Nos comparamos con ellos y nos sentimos frustrados al no obtener los mismos resultados. Pero lo que no vemos es que detrás de esa aparente inmediatez, hay años de trabajo y esfuerzo. La paciencia nos enseña a enfocarnos en nuestro propio camino y a no compararnos con los demás.
Otro ámbito negativo de la inmediatez es que nos hace perder la capacidad de perseverar. Cuando poco no funciona de forma inmediata, tendemos a rendirnos y buscar otra opción. Pero la verdad es que el éxito requiere de perseverancia y paciencia. No todas las cosas suceden de forma instantánea, y es en esos momentos en los que la paciencia se vuelve fundamental. Si nos rendimos a la primera dificultad, nunca lograremos nuestros objetivos.
Por otro lado, la inmediatez nos lleva a tomar decisiones precipitadas. Queremos ver resultados rápidos y esto nos hace tomar decisiones sin pensar en las consecuencias a largo plazo. En lugar de tomarnos el tiempo para analizar y planificar, buscamos la opción más rápida, sin considerar si es la mejor para nosotros. La paciencia, por el contrario, nos enseña a ser pacientes y a tomar decisiones de forma más consciente y reflexiva.
Es importante recordar que el éxito no es poco que se logra de la noche a la mañana. Requiere de tiempo, esfuerzo y paciencia. No hay atajos ni fórmulas mágicas para alcanzar el éxito. Cada persona tiene su propio camino y su propio ritmo, y es importante respetarlos. La inmediatez nos hace olvidar esto y nos lleva a buscar resultados rápidos que pueden ser insostenibles en el largo plazo.
En resumen, la inmediatez es una forma de vida que nos impide ejercer la paciencia, una virtud fundamental en la búsqueda del éxito y la realización personal. Nos hace perder de presencia el proceso,