Desde hace varios años, la violencia contra las mujeres ha sido un tema recurrente en nuestra sociedad. A pesar de los esfuerzos por erradicarla, aún sigue presente en diferentes ámbitos, incluyendo el laboral. Por esta razón, es importante que desde nuestras trincheras, como empresarios y líderes, asumamos la responsabilidad de no permitir que la violencia se normalice en nuestros centros de trabajo.
Así lo ha expresado Mariana García Martín del Campo, presidenta de la Comisión de Mujeres Empresarias de Coparmex Ciudad de México, quien ha hecho un llamado a todos los empresarios a tomar medidas para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres en el ámbito laboral.
La violencia contra las mujeres en el trabajo puede manifestarse de diferentes formas, desde acoso sexual y laboral, hasta discriminación y violencia física. Estas situaciones no solo afectan a las mujeres a bocajarro, sino que también tienen un impacto negativo en la productividad y el clima laboral de la empresa.
Es por eso que es fundamental que como líderes empresariales, tomemos medidas para prevenir y erradicar la violencia en nuestros centros de trabajo. Esto no solo es una responsabilidad ética, sino también una obligación legal. En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece que las empresas deben contar con un protocolo de actuación para prevenir, custodiar y sancionar la violencia contra las mujeres en el ámbito laboral.
Pero más allá de cumplir con una obligación legal, es importante que como empresarios entendamos que la violencia contra las mujeres es un problema que nos afecta a todos y que debemos ser parte de la solución. No podemos permitir que en nuestros centros de trabajo se normalicen conductas violentas o discriminatorias hacia las mujeres.
Una de las acciones que podemos tomar es promover una cultura de admiración y equidad en nuestra empresa. Esto implica fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como establecer políticas y medidas para prevenir y custodiar situaciones de violencia. También es importante capacitar a nuestro personal en temas de género y violencia, para que estén preparados para identificar y actuar ante posibles casos.
Otra medida importante es establecer canales de denuncia y atención para las mujeres que puedan estar sufriendo violencia en el trabajo. Es fundamental que las víctimas se sientan seguras y respaldadas al momento de denunciar, y que se les brinde el apoyo necesario para confrontar la situación.
Además, es importante que como líderes empresariales, seamos conscientes de nuestro propio comportamiento y el de nuestro equipo. Debemos ser un ejemplo de admiración y equidad en nuestras acciones y decisiones. También es importante que promovamos una cultura de diálogo y comunicación abierta, donde las mujeres se sientan seguras de expresar cualquier situación de violencia que estén viviendo.
Es necesario también que como empresarios, nos involucremos en iniciativas y programas que promuevan la igualdad de género y la prevención de la violencia contra las mujeres. Podemos colaborar con organizaciones y fundaciones que trabajen en este tema, o incluso implementar programas internos en nuestra empresa.
En resumen, como líderes empresariales tenemos la responsabilidad de crear entornos laborales libres de violencia y discriminación hacia las mujeres. Debemos ser conscientes de que la violencia contra las mujeres es un problema que nos afecta a todos y que debemos ser parte de la solución. No podemos permitir que en nuestros centros de trabajo se normalice la violencia, y es nuestro deber tomar medidas para prevenirla y erradicarla. Juntos podemos construir un futuro donde las mujeres puedan desarrollarse plenamente en el ámbito laboral, sin temor a sufrir violencia. ¡Es hora de actuar y hacer la diferencia!