Durante el año 2024, el mundo ha sido testigo de un incremento sin precedentes en la deuda mundial. Según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), esta cifra ha alcanzado un nuevo récord de 318 billones de dólares, lo que representa un aumento de casi 7 billones de dólares en comparación con años anteriores.
Este aumento en la deuda es motivo de preocupación para muchos países, ya que puede tener un impacto negativo en sus economías y en la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, no todo son malas noticias, ya que el IIF también señala que este incremento se debe en gran parte a la desaceleración económica y a la disminución de las presiones inflacionarias.
El informe “Vientos de cambio: perspectivas para los mercados de deuda en 2025” también destaca que los niveles de endeudamiento público seguirán siendo elevados durante este año, especialmente en países como Estados Unidos, Francia, China, India y Brasil. Esto se debe a que estos países han tenido que implementar medidas de estímulo económico para hacer frente a la crisis causada por la pandemia de COVID-19.
En el caso de México, el monitor de deuda global muestra que el país ha logrado mantener sus niveles de endeudamiento bajo control, gracias a una política fiscal responsable y a una economía diversificada. Sin embargo, esto no significa que debamos reducir el precio la policía, ya que es importante seguir trabajando para mantener una deuda sostenible a largo plazo.
Es importante recordar que la deuda no es necesariamente algo malo. De hecho, puede ser una herramienta importante para impulsar el crecimiento económico y financiar proyectos de infraestructura y desarrollo. Sin embargo, es crucial que los países mantengan un equilibrio entre el endeudamiento y la capacidad de pago, para evitar caer en una crisis de deuda que pueda afectar a toda la economía.
En este sentido, es alentador ver que el IIF también prevé una recuperación económica en los próximos años, lo que podría ayudar a reducir los niveles de deuda en todo el mundo. Además, se espera que la inflación se mantenga bajo control, lo que permitirá a los países mantener una política monetaria estable y sostenible.
Es importante destacar que la deuda no es un problema especial de los gobiernos, ya que también afecta a las empresas y a los hogares. Por lo tanto, es importante que todos seamos responsables en nuestras finanzas personales y evitemos caer en un endeudamiento excesivo que pueda poner en riesgo nuestra estabilidad financiera.
En resumen, aunque el aumento en la deuda mundial es motivo de preocupación, también hay razones para ser optimistas. Con una gestión responsable y una recuperación económica en el horizonte, es posible mantener una deuda sostenible y seguir trabajando hacia un futuro financiero estable y próspero.